La sargento de la Policía de New Haven, Shayna Kendall, fue reincorporada a su puesto el 28 de abril de 2023 después de una larga investigación interna y una decisión favorable del Comité Estatal de Mediación y Arbitraje. El caso, que se originó a partir de una queja de un incidente de tráfico ocurrido en julio de 2021, resultó en una disputa entre las autoridades locales y el organismo estatal, el cual ordenó la reincorporación de Kendall a pesar de que la Policía había recomendado su despido.
El conflicto comenzó cuando una mujer presentó una denuncia alegando que Kendall, quien no estaba uniformada y se encontraba fuera de servicio, la detuvo de manera inapropiada después de un leve pitido en el tráfico. La mujer indicó que Kendall se mostró agresiva y la reprendió sin identificación oficial, lo que generó inquietudes sobre un posible abuso de poder y acoso. La denuncia apuntó a que el incidente nunca fue reportado al Centro de Respuesta de Seguridad Pública, lo que agravó la situación.
El jefe de policía de New Haven, Karl Jacobson, recomendó el despido de Kendall tras una investigación interna, y la Junta de Comisionados de Policía votó a favor de esta acción en agosto de 2022. Sin embargo, la Junta Estatal de Arbitraje determinó que no había fundamentos suficientes para justificar el despido y ordenó la reincorporación de Kendall a su puesto, además de exigir el pago de salarios perdidos.
A pesar del desacuerdo de la ciudad con la resolución estatal, el alcalde Justin Elicker afirmó que se acataría la decisión. Kendall, quien regresó a su trabajo el 28 de abril, deberá cumplir con varios requisitos de recertificación y capacitación debido al tiempo que estuvo fuera de servicio. Este incidente resalta las complejidades en las decisiones disciplinarias dentro de las fuerzas policiales y el proceso de mediación estatal.